.el abc de la estupidez (publicado el 1º de marzo del 2016) es un texto sumamente inútil e inservible. Podría no existir y eso no afectaría el curso de la historia humana; o bien, podría sí existir y eso afectaría mucho menos. Como hablara Joaquín Mortiz del libro Movimiento perpetuo de Augusto Monterroso, éste es “uno de los pocos libros declaradamente prescindibles de todos los tiempos”.

Puede leer y descargar el texto totalmente gratis en el siguiente link: .el abc de la estupidez

P L A G I O S es el texto que sucede a .el abc de la estupidez y fue publicado el 29 de septiembre del año 128 d. H. (después de Hitler). Este texto es un himno, un homenaje, a los grandes autores pilares tanto de mi lectura ―y, por consiguiente, de mi escritura― como de mi ideología literaria. ¡Gloria y loor a mis maestros! Aunque no estoy a la altura de tan brillantes hombres, siempre puedo rendirles tributo y gratificación. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que un gran cínico y descarado plagio?

Lea, descargue y plagie este texto en el siguiente link: P L A G I O S

HuMoRaLeJaS . . .(publicado en 2018) está más bueno, aunque también más inútil y menos simple. Este texto da evidencia del talento evolutivo humano para hacer complejas maravillas a partir de los absurdos más huecos. Si ya leyó los dos primeros libros, no lea éste; si no los ha leído, tampoco.

Link para leer y descargar el texto (aunque siempre puede ignorarlo a voluntad): HuMoRaLeJaS

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May 23, 2019

IV Encuentro BABEL

(Clasificación A // Rated A)

Cartel:

Video promocional:

Programa:

Página oficial:

May 20, 2019

Grandes experiencias

(Clasificación A // Rated A)

Ha unos pocos días me encontré con una pequeña librería en un pueblito donde hacen falta tantos servicios que resulta complicadísimo pensar que alguien vendiera libros. Sin embargo, yo sentí una alegría extensa al ver que, a pesar de tantas carencias, los pobladores del lugar tienen la oportunidad de acceder a los libros. Quien quiera discutir sobre economía, analfabetismo, lujo, capitalismo, necesidad, pobreza, conocimiento, oportunidades o cosas por el estilo, ¡adelante!, no me opongo. No obstante, yo he preferido concentrar mi reflexión en el hecho literario.
     Entré animado, charlé con el librero, revisé el repertorio y... Oh, gran impacto: muy poca variedad, casi no había contenido de calidad, la mayoría eran libros desechables y caducos (diccionarios, libros escolares, revistas viejas). De pronto, llegar a Rulfo, Eraclio Zepeda, Fernández de Lizardi, Bécquer, Rousseau, Melville y unos incompletos Diálogos de Platón me hizo suspirar de sosiego y alivio (al menos algo había). Entre los diez grandes libros de esta librería, había dos antologías poéticas y un libro titulado abraPalabra de una autora para mí entonces desconocida, Blanca Estela Domínguez Sosa.
     No comprar fue mi primer impulso, y no porque pensara que no hubiera nada bueno o que no valiera el gasto, sino porque sentía que sería muy egoísta de mi parte llevarme algo (de por sí hay poco y luego un extranjero se lo lleva, me parecía una grosería). Sin embargo, el dueño me dijo que la venta era muy baja (porque lo que más vendía eran revistas y su precio es de cinco pesos, lo cual es obvio que no alcanza para nada ni aunque venda diez en un día... y esa sería ya una gran venta) pero que no cerraba porque tenía fe en que la gente del pueblo tarde o temprano se interesaría por la lectura y que era su deber procurar proporcionarles esa alternativa.
     Entonces, finalmente lo decidí: le doné algunos libros que traía en la mochila (La inreíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada de García Márquez, unos Cuentos completos de Julio Cortázar, una edición de aniversario del Movimiento Perpetuo de Monterroso que acababa de comprar y ni siquiera me dio tiempo de abrir y, claro, los librazos de Kobda Rocha...) y le compré el abraPalabra.

No diré por qué ni crearé discusiones insustanciales; sólo puedo decir que el libro no me gustó... salvo un texto que transcribo a continuación (y que, de hecho, me encantó):


Metamorfosis

La creación transformó al hombre en poeta. Destruyó su tranquilidad agudizando sus percepciones, regodeándolo en la desgracia y el placer.
            Las circunstancias habrán querido que tú fueras artista, que sufrieras por todos, que a través de tu cuerpo se filtrara la desgracia, se purificaran las almas, se solidificaran los pensamientos en creación poética.
            Un destino que desconocemos te escogió para que seas el médium entre la tierra y las fuerzas cósmicas, entre la realidad y la imaginación, entre la vida y la muerte, entre el arte y el artista, entre tú y el mundo.
            Tomaste de la poesía el principio y la haces oír asombrosamente, pensándola luego en términos de escritura; reconoces que su génesis no viene más que del gesto absurdo de vivir y la vana tarea de escribir. Pero acaso sea la única alternativa para entretener nuestra mente, la construcción fantasmagórica y la mitología espontánea que me inventas para sobrellevar el paso de mis días, para explicarme con alguna quimérica exploración intelectual mis dudas acerca de todo, mis fulgurantes visiones, los enigmas de mi propia condición de mujer, que finalmente los pensamientos que suscitas, las preguntas, son el precio por pensar.

May 19, 2019

Sólo palabras

(Clasificación A // Rated A)

Alguna vez leí (y, de hecho, después lo plagié), en algún libraco desusado, que las palabras no sirven para nada, que las palabras son sólo desplantes inmaduros de ideas intensas. Por ejemplo, subirse a un barco y desde la proa gritar "Soy el rey del mundo" en realidad no te vuelve el rey del mundo. Lo que es más, las palabras son mentiras, y lo son porque podemos mentir; un pulso sanguíneo expresa verdad, no podemos mentir con el ritmo cardiaco (a pesar de los budistas y otros necios). Las palabras, sin embargo, son capaces de mentir, por lo que no podemos confiar en ellas. ¿Cuántas veces te han dicho "te amo" y después de un tiempo te das cuenta que fue mentira? Los políticos y los comunicólogos están llenos de mentiras lingüísticas. Y si escribo aquí, en este blog, ahora, justo en esta oración, con cualquier combinación gramatical o idiomática "me voy a matar", ¿alguien me lo creería?, ¿alguien haría algo al respecto?, ¿alguien lo leería siquiera? Y aunque alguien sí lo hiciera, ¿de qué serviría? En realidad, las palabras no sirven para nada, porque son capaces de mentir; en cambio, el suicidio es veraz: cuando me quite la vida, pues no podré mentir con ello. Mientras tanto, decirlo no sirve para nada. Entonces, ¿para qué seguir escribiendo? Más importante, ¿para qué seguir leyendo? Lo peor de todo es que, desde hace algún tiempo (muy poco en realidad), me he dado cuenta que ya no confío en mis propias palabras; ¿cómo saber que no me estoy mintiendo a mí mismo? ¿Cómo sé que no le miento a los otros? Y lo que más me duele, con un dolor novísimo, es que usar las palabras (para escribir, para pensar) es lo mejor que sé hacer en la vida. Es decir, lo que hago mejor en la vida es mentir.

May 18, 2019

A veces yo también necesito

(Clasificación A // Rated A)

A veces yo también necesito algunas palabras de aliento, un abrazo fuerte, un halago, un cumplido, un piropo incómodo, grosero y vulgar. A veces yo también necesito que alguien se masturbe pensando en mí, que alguien diga que me ama sin amarme de verdad, que alguien me ame aunque no lo diga. A veces yo también necesito que alguien me necesite. A veces yo también necesito dejar de necesitar. Pero es tan difícil saber qué necesita el prójimo que prefiero expresar mis necesidades escribiéndolas aquí, esperando que pase lo hasta ahora improbable: que alguien me escriba sus necesidades y así poderlas yo satisfacer sin tener que perder el tiempo descifrándonos mutuamente las respectivas necesidades.

May 16, 2019

Entre Faulkner y Rulfo

(Clasificación A // Rated A)

Madre Naturaleza no ha querido que esta lectura se lleve a cabo.

La sesión del 17 de mayo queda cancelada.


May 15, 2019

Hoy recomiendo...

(Clasificación A // Rated A)

Sabes a luz
Lorenzo Partida

Eres oscuridad…
Siempre lo has sido
y siempre lo serás.
Pero, al final,
sabes a luz.

—      —      —      —      —      —      —      —      —      —

Adversidad
Antonio Plaza

Cómo llueven lisonjas y atenciones
cuando acaricia la fortuna grata;
pero, si el bienestar nos arrebata,
todo es burla, desprecio y decepciones!

En el mísero valle de aflicciones
la amistad, en quien Jano se retrata,
erige altares a su Dios de plata,
que en la vida no hay más que situaciones.

Tanto se decepciona y desconsuela
el mártir del destino furibundo
que, al perderse la fe, su alma se hiela

y todo mira con horror profundo;
porque la adversidad es una escuela
en que se aprende a detestar al mundo.

—      —      —      —      —      —      —      —      —      —

Desnudos
Juan Ramón Jiménez

Nacía, gris, la luna, y Beethoven lloraba,
bajo la mano blanca, en el piano de ella.
En la estancia sin luz, ella, mientras tocaba,
morena de la luna, parecía más bella.

Teníamos los dos desangradas las flores
del corazón, y acaso llorábamos sin vernos.
Cada nota encendía una herida de amores...
el dulce piano intentaba comprendernos.

Por el balcón abierto a brumas estrelladas
venía un viento triste de mundos invisibles...
Ella me preguntaba de cosas ignoradas
y yo le respondía de cosas imposibles.

—      —      —      —      —      —      —      —      —      —

Lo Fatal
Rubén Darío

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror
y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber a dónde vamos
ni de dónde venimos!

—      —      —      —      —      —      —      —      —      —

Mi lumia
Oliverio Girondo

Mi lu
mi lubidulia
mi golocidalove
mi lu tan luz tan tu que me enlucielabisma
y descentratelura
y venusafrodea
y me nirvana el suyo la crucis los desalmes
con sus melimeleos
sus eropsiquisedas sus decúbitos lianas y dermiferios limbos y gormullos
mi lu
mi luar
mi mito
demonoave dea rosa
mi pez hada
mi luvisita nimia
mi lubísnea
mi lu más lar
más lampo
mi pulpa lu de vértigo de galaxias de semen de misterio
mi lubella lusola
mi total lu plevida
mi toda lu
mi lumia

—      —      —      —      —      —      —      —      —      —

Besos
Gabriela Mistral

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada,
hay besos que se dan con la memoria,

hay besos silenciosos, besos nobles,
hay besos enigmáticos, sinceros,
hay besos que se dan sólo las almas,
hay besos por prohibidos verdaderos,

hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos,

hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado,

hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Cristo y deja impresa
en su rostro de Dios la felonía,
mientras Magdalena con su beso
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores;
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca;
tú los conoces bien, son besos míos,
inventados por mí para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos, vibró un beso,
y qué viste después? Sangre en mis labios.

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí para tu boca.


May 14, 2019

El trance aún no cesa

(Clasificación B // Rated B)

Lunes 6 - Sábado 11, Mayo 2019
Pachuca de Soto, Hidalgo, México
5º Encuentro Nacional de Performance

El silencio siempre ha sido mi compañera (y no digo 'compañero' porque no se siente de tal forma a pesar del sustantivo y su género gramátical). La soledad que me habita (no la que me deja sin amigos, sino la que hace que mis amigos no comprendan lo que digo y terminemos contando bromas en lugar de divagar hondos pensamientos) me lleva al silencio. Cómo expresar lo que siento, ¡lo que pienso!, si mis palabras no son comprendidas íntegramente. ¿Acaso seré yo quien no logra inteligir cuanto hablo? Y, aun con todo, el silencio y la soledad se tragan mi persona. Hasta hoy, lo más cercano que he encontrado al genérico de la empatía (o de la amalgama social) es esto que hago: escribir.

Aún trato de descifrarlo, de exprimir la enseñanza, de procesarlo espiritual e intelectualmente. Todavía estoy aprendiendo, todavía no termino de crecer, de madurar, de entenderme. Aunque lo intento, estoy inacabado. ENAPE me dejó impregnado de humanidad, de arte, de un todo sobremundo que intento abrazar... Tal vez, a decir de un escritor, no hubo más verdad en esta experiencia de la que hay en mis ficciones vitales; pero este escritor [Kobda Rocha] fue humano mucho antes de ser hombre, y fue bestia mucho antes de ser dios, y seguramente será idea mucho antes de ser palabra. Por lo tanto, estoy decidido a traicionar el silencio y a olvidar la soledad para escribir un flujo, quizá crónica, quizá confesión, de lo mucho que viví (aprendí, ¡aprehendí!) en el quinto Encuentro Nacional de Performance.

Cuando esté listo, lo prometo, leerán mi alma.