.el abc de la estupidez (publicado el 1º de marzo del 2016) es un texto sumamente inútil e inservible. Podría no existir y eso no afectaría el curso de la historia humana; o bien, podría sí existir y eso afectaría mucho menos. Como hablara Joaquín Mortiz del libro Movimiento perpetuo de Augusto Monterroso, éste es “uno de los pocos libros declaradamente prescindibles de todos los tiempos”.

Puede leer y descargar el texto totalmente gratis en el siguiente link: .el abc de la estupidez

P L A G I O S es el texto que sucede a .el abc de la estupidez y fue publicado el 29 de septiembre del año 128 d. H. (después de Hitler). Este texto es un himno, un homenaje, a los grandes autores pilares tanto de mi lectura ―y, por consiguiente, de mi escritura― como de mi ideología literaria. ¡Gloria y loor a mis maestros! Aunque no estoy a la altura de tan brillantes hombres, siempre puedo rendirles tributo y gratificación. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que un gran cínico y descarado plagio?

Lea, descargue y plagie este texto en el siguiente link: P L A G I O S

HuMoRaLeJaS . . .(publicado en 2018) está más bueno, aunque también más inútil y menos simple. Este texto da evidencia del talento evolutivo humano para hacer complejas maravillas a partir de los absurdos más huecos. Si ya leyó los dos primeros libros, no lea éste; si no los ha leído, tampoco.

Link para leer y descargar el texto (aunque siempre puede ignorarlo a voluntad): HuMoRaLeJaS

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March 29, 2016

Eppur si muove!

(Clasificación C // Rated C)

Recuerdo... Recordemos la Caverna de Platón, donde había un gran grupo de personas —¡toda una sociedad!— mirando hacia el fondo de la caverna permanentemente. Detrás de ellos está la boca de la caverna, una gran entrada que da paso libre a la luz del sol que, al atravesarla por completo, sólo refleja sombras en la pared del fondo. Estas personas pasan toda una vida, ¡construyen toda una cultura!, mirando esa pared de sombras, y nunca voltean hacia atrás; jamás salen de allí.
            Platón nos dice que cuando las personas se atrevan a salir de ahí dejarán de vivir en las sombras y finalmente verán la realidad —o, al menos, otra perspectiva de la realidad.
            Nosotros, la generación del siglo XXI, ya volvimos la mirada; salimos y hemos visto la luz. Sin embargo, como predijera Lavaniegos, la puerta de salida sólo es una entrada a otra realidad desconocida; y vamos así, constantemente, de caverna en caverna; y estamos así, siempre en una cada vez más amplia y compleja que por supuesto es más difícil superar. Siempre vivimos… creemos que vivimos en la panacea absoluta, que no hay más verdad ni mejora. Y es por esa obstinación tan ciega que envenenamos a Sócrates, llamamos loco a Ptolomeo, exiliamos a Dante Alighieri, quemamos a Giordano Bruno, nos burlamos de Baudelaire y, para colmo, acusamos a 141 mujeres en el pueblo de Salem.
            Esto se pone en evidencia, por ejemplo, cuando hablamos de sexualidad. Hace algunos siglos (bien lo sabemos) era inconcebible hablar de ello; ahora ya es un poco más (...ehm...) natural. Sin embargo, algunas veces todavía es un tanto alarmante cuando se trata no ya de sexualidad sino de sexo. ¡Sexo! SSEEEXXXOO… (sí, así, con tres ‘x’), sexxxo.
            Freud, (“¡Ay, Sigismundo, cuánta vanidad! Infantiloide y malsano el orgasmo clitoriano…” eso lo saqué de una canción de Liliana Felipe); en fin, ¿no fue Freud calificado de indecente, de inmoral? ¿no lo llamaron pervertido, impertinente? Y ¿cuántos se negaron (y, aún se niegan) a reconocer su complejo de Edipo? Pero sólo es una caverna más de la cual salir. Otro caso: Hester Prynne, quien fue condenada a cargar la letra escarlata sólo por adúltera; ¡Por Dios, ¿tanta humillación por algo tan pequeño?! —que arroje la primera piedra quien esté libre de pecados (pecados de palabra, obra y pensamiento)— y no es por defender ni justificar el adulterio, pero esa clase de humillación es consecuencia de la ignorancia, de la intolerancia, de la estupidez.
          Hablemos ahora de pornografía. ¿A usted le gusta el porno? P – O – R – N – O. La gran caverna del siglo XXI. Con sólo escuchar la palabra, algunos se incomodan y otros se molestan, algunos se ríen y otros se divierten, y algunos otros también se excitan. Playboy, Private, Brazzers, YouPorn, PornTube, xvideos: es morboso, dañoso, es pernicioso, es malsano, alienado, es insano. En cambio, el teatro de Wilmot, Justina y Julieta de Sade, El gran masturbador de Dalí, las orgías de Kirschner: eso es arte. ¿Cuál es la diferencia entre una y otra?
         Cuántas veces hemos escuchado que la homosexualidad es una enfermedad. Cuántas veces hemos pensado que los gays son ‘gays’ por moda. Cuántas veces los hemos llamado locas, manas, ladies, girls, super-gays. Ah, pero la generación del millenium somos diferentes, distintos, incomparables. Ya no vemos desde la caverna las sombras de los maricones y los putas —¿o ‘las putos’? ¿Cómo se dice?. En fin, somos una generación permisiva, comprensiva, amante del hombre —quiero decir, del ser humano— y protectora de sus derechos. ¡Bien! Vamos por buen camino. Empero, ¿somos una sociedad realmente open mind o sólo respetamos el libre albedrío porque la mayoría cree que la mayoría respeta la naturaleza individual de las preferencias sexuales y su propia libertad de elección?
        Todos: literatos llamados locos, poetas y escritores vetados, científicos condenados por herejes, negros discriminados por ser negros, mujeres aborrecidas por ser libres, putas detestadas por ser mujeres, homosexuales abominados por no ser mujeres. Todos son juzgados por igual, todos son juzgados por nosotros. Sí, somos nosotros quien los reprueba. Hablo de usted que me está leyendo. Hablo de mí, hablo de todos. Hablo de los chilangos, de los mejicanos, de los latinos, de los americanos, hablo de todos. Hablo de los seres humanos. Porque los mismos que están sentados en la caverna viendo la sombra de Cristo crucificado, son los mismos que están sentados en la sala de su casa viendo la sombra de Raúl Osiel Marroquín, el matajotos, sentado entre Javier Sicilia y Javier A La Torre. Y seguiremos haciéndolo hasta voltear la mirada y salir de nuestra caverna. Sexo, preferencias sexuales, entre filias y fetiches. ¡Dejemos ya de reputar con tantos prejuicios!
        En alguna ocasión, recuerdo que una muy buena amiga me dijo “Tengo relaciones tan íntimas con algunos de mis amigos, que es absurdo no llamarlos amantes sólo porque no nos acostamos”. Y mi ex-novia me dejó porque dormimos juntos y no tuvimos coito. ¿Precocidad?, ¿novatada?, ¿o es una caverna más que ha sido superada? Al igual que Juan José, yo apostaría la visión de un Quijote contra la vista de un SuperMan.
            Si usted es de las personas que ya no contraponen la ciencia con la religión, o de los que ya no escogen a sus amistades por su valor socioeconómico, si usted es de los que ya no señalan ni critican a alguien por sus preferencias (por la vida sexual que escogió), entonces con toda confianza puede mirar a la persona que se encuentre a su lado —frente a frente, fijamente, directo a los ojos, sin titubear— y asegurar no sólo que ya ha superado todas esas cavernas, sino que también está listo para dar el siguiente paso y salir de una caverna totalmente nueva: Zoofilia.
            La palabra del millón. Aquí es donde muchos se cierran y se encierran en su pequeña caverna. Quizá pensarán “¡Eso está mal! ¡Eso no es una relación, eso es bestialismo!” Algunos dicen que es antinatural; igual se dijo eso de los homosexuales en algún tiempo. Algunos dicen que no fuimos creados para eso; igual se dijo que los negros habían sido creados para ser esclavos. Algunos dicen que simplemente no deberíamos hacerlo; igual se dijo en algún tiempo que las mujeres simplemente no deberían votar ni estudiar.
            Muchos se pondrán en el lugar de los animales, y exclamarán “¡Oh, y ¿qué culpa tiene el pobre animalito de tus perversiones sexuales?!” Nunca podremos discutir en la cara de Galileo hasta no entender por qué decía Eppur si muove, y tal vez nos contestaría: “pos... te guste o no, la tierra no es el centro del universo, y tan no lo es que hasta se mueve —alrededor del sol. Ya lo creas o no, eso es lo que menos importa. Toda tu moral, toda tu ideología es irrelevante porque, sin embargo, se mueve.” Y aquí yo no estoy tratando de convencerlo a usted de creer en algo en específico, sólo lo estoy informando con la verdad.
            ...y la verdad es que la zoofilia es tan antigua como el talento de los negros, la inteligencia de las mujeres y los machos homosexuales; así de ancestral. Claro, como todo enigma —en una sociedad tan represiva—, siempre hay que esconderlo, mantenerlo en secreto, “lo hago pero no lo digo”, “me gusta, pero jamás lo haría”, hay que disfrazarlo de algún modo para evitarse problemas. Tantos siglos, los homosexuales tenían familias —de hombre, mujer, e hijos— aunque fuesen plenamente homosexuales. Asimismo, los zoófilos tienen vidas comunes y corrientes para no fastidiar a aquellos que seguimos en la caverna. No se confunda, no le estoy diciendo “¡sal y ten sexo con animales!” ¡No, no, por Dios! Como un homosexual nunca nos dice “Todo el mundo debe ser homosexual”. Sólo es un poco de comprensión, tolerancia y respeto.
            La verdad, la biblia ya reconocía la zoofilia, dice Lv. 18:23: “Con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante del animal para ayuntarse con él, es perversión.” La reconoce, aunque claro la castiga. Pero ¿qué se puede esperar?, también castiga comer mucho. ¿Usted estaría de acuerdo con las ideas de un libro tan absurdo?
            La verdad, está más cerca de lo que creemos. El doctor con la oveja en Todo lo que usted siempre quiso saber sobre sexo de Woody Allen; ¿no uno de los posibles orígenes del SIDA son las relaciones con los monos?; Leda y el cisne de Chavita Dalí; hasta los vampiros y hombres lobo son un acercamiento muy evidente, que obviamente los imaginamos como semi-humanos para no sentirnos tan mal, pero en el fondo es esa misma atracción hacia el bestialismo, hacia el salvajismo animal; es más, hasta en nuestras canciones más románticas hacen el amor como animales.
            La verdad, es un proceso muy sencillo. Primero [1], el mito de la Homofilia; es decir, la atracción sólo por la misma especie. Quién no ha visto un elefante con un caballo, o a un chango con una jirafa, o a un perro con un pato, o a un hombre con una gallina. ¡Es lo mismo! Todo está ahí en YouTube. Nosotros mismos idealizamos formas semi-humanas: los griegos exaltaban la belleza de Circe y de Medusa; en Egipto, Isis, la vaca; quién podría no ver atractivo a un Minotauro, al Macho Cabrío, a una Sirena, a un Hada, o a Tarzan (medio animal el tipo). Segundo [2], Antropofilia; es decir, el favoritismo hacia el hombre que hacia cualquier otra especie, ya del hombre por el hombre ya del animal por el hombre. Muchos gatos prefieren estar con su amo que con otros gatos; así también los perros, y está demostrado que sienten celos cuando te ven con tu pareja —no esos celos morales que nosotros conocemos, sino unos celos más (...ehm...) animales—, algo así como King Kong. Y tercero [3], el Libre Albedrío, y el respeto ajeno por la libre elección. Stekel; la mujer que se untaba miel en la vulva para que llegaran las moscas a posarse sobre ella y entonces tenía un orgasmo milenario. El perro de Pavlov bien podría babear por un hueso que por la mujer de Stekel. ¿Recuerda usted al ‘niño-gallo’?, quien imitaba el canto de los gallos para que le picotearan el pene. El Doberman de Snuff y la cabra de Sheitan. En ningún caso se le está haciendo daño a los animales, al contrario, suertudo el capitán por que la güerita está muy buena; ellos sólo atienden a un mecanismo orgánico: la naturaleza de su instinto sexual (reproductivo). Y mientras éste se satisfaga, y no se les esté lastimando de otra forma... Eppur si muove!
            Finalmente, repito: esto no es una invitación a fornicar con su mascota, sino una invitación (como lo hizo Platón con las personas de la Caverna) a voltear la mirada y ver la realidad —o, al menos, otra perspectiva de la realidad. Porque ver la sombra del respeto es vil irreverencia; brindar tolerancia sólo cuando se está de acuerdo es pura hipocresía; y pretender comprensión sólo porque parece correcto y no porque en verdad se entienda es perfecta estupidez.
            Baquero, en su poema Zoofilia, nos propone alcanzar una madurez social, mental y moral a través —como todas las grandes revoluciones—, a través del cambio: un cambio interno, un cambio individual.

Z o o f i l i a
de Graciela Baquero

Soy el olfato de ese perro,
esa dirección que llega,
pone el hocico entre mis piernas
y manso reconoce.

Es entonces cuando mi hembra
se queda sin mujer.

March 27, 2016

La publicación inicial // My first post

Yo soy un hombre muy egoísta y egocéntrico; me gusta el reconocimiento público y la pompa en mi honor (...sí, me gustan también las pompas en mi honor). Me gusta hablar de mí y de mí y de lo que me gusta a mí. En fin, nada diferente a usted o a cualquier otro. Me gusta saber que soy el centro del universo, de eso no hay duda; aunque tal vez a usted también le agrade saberlo, es decir, que usted también sea el centro (¿por qué empeñarnos en pensar que sólo hay uno?). Lo que es más, por si no fuera suficiente decir que soy egoísta, también soy estúpido. Muy estúpido. Mucho.

Como buen blogger egoísta y estúpido no sé qué escribir aquí. Sinceramente, lo único que me interesa es que usted lea el texto  .el abc de la estupidez  y nada más que eso. Por cierto, aquí está el link de descarga gratuita:
https://drive.google.com/open?id=0B5cBy47d8LZqNVMta1NQY256YTQ
Mas, para subir el rating, uno debe ofrecer pan, circo, maroma, teatro, y sets de comerciales cada tres minutos. Eso es ya viejo, sabido y dominado. Así sucedió, y aquí me tiene escribiendo. Por tanto, todo lo que leerá a continuación me lo saqué de la manga nomás porque sí.

En este blog, a partir de ahora, las publicaciones estarán organizadas dependiendo su clasificación. Esto se hace con el fin de evitarle a usted la molestia de leer algo que no le interese. Estas clasificaciones son las siguientes:

A = apto para todo público
Contenido común con asuntos triviales, sin trascendencia ni opiniones críticas.
Aquí encontrará anécdotas, chistes, citas, y demás banalidades insustanciales.
Nota: como no soy un genio y además esto es lo que vende más, habrá numerosas publicaciones de este tipo.

B = dirigido al público exigente
Contenido especializado sobre temas específicos con opinión crítica (mas no por ello imparcial).
Aquí encontrará recomendaciones, propuestas, posturas, y demás juicios polémicos.
Nota: no será pura ciencia o literatura o cosas ñoñas; son temas específicos, pero globales.

C = sólo para mayores de 16 años
Contenido altamente agresivo contra el sistema político, social, económico, religioso, etcétera.
Aquí encontrará quejas, reproches, denuncias, y demás sugerencias transgresoras.
Nota: en este siglo, los 18-añeros ya son demasiado viejos para excluirlos; desde los 15 o 16 ya les afecta nuestra situación directamente.

X = no apto para nadie
Contenido inapropiado y sin sentido alguno.
Aquí encontrará pornografía, violencia, garnachas, y demás insultos a la moral.
Nota: chingue a su reputa madre si le caga esta categoría, chúpeme los huevos pues.

Ahora ya lo sabe; cada vez que vea una publicación mía, primero asegúrese de que la categoría sea la adecuada, ¡no vaya a estar leyendo algo que no le interese y le haga pasar corajes!
Por último, cabe mencionar que esta clasificación puede no ser permanente, es decir, que en algún momento se agreguen más categorías o se modifique el acuerdo de contenido de las mismas.

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The posts in this blog will be rated according to the content presented. The classification is the following:

A = for all ages
B = for experts in the topic
C = for adults over 16 years old
X = for nobody (don't ever read these posts)

All the posts from now on will have the appropriate assigned rate in the title, in order to avoid missunderstandings while reading.

Note: I established this classification out of the blue.

March 24, 2016

.el abc de la estupidez

.el abc de la estupidez es un texto sumamente inútil e inservible. Podría no existir y eso no afectaría el curso de la historia humana; o bien, podría sí existir y eso afectaría mucho menos. Como hablara Joaquín Mortiz del libro  Movimiento perpetuo  de Augusto Monterroso, éste es "uno de los pocos libros declaradamente prescindibles de todos los tiempos".

Si usted es gato suicida acechado por la curiosidad o crítico literario con dotes de supremacía, podrá leer y descargar totalmente gratis  .el abc de la estupidez  en el siguiente link:


Este texto, cabe mencionar (o tal vez no cabe, pero aún así lo mencionaré), fue publicado el 1º de marzo del 2016. El autor, Kobda Rocha, no espera que usted disfrute leerlo, pero al menos que disfrute no leerlo. Por consiguiente, si no le gusta el texto, recomiéndelo con sus enemigos; y si sí le gusta, vuelva a leerlo.

Por último, si el link anterior no lo enlaza directamente al texto (e insiste en querer leerlo), envíe un mensaje o correo a  kobdarocha@gmail.com  y con gusto le envío el archivo en pdf.