.el abc de la estupidez (publicado el 1º de marzo del 2016) es un texto sumamente inútil e inservible. Podría no existir y eso no afectaría el curso de la historia humana; o bien, podría sí existir y eso afectaría mucho menos. Como hablara Joaquín Mortiz del libro Movimiento perpetuo de Augusto Monterroso, éste es “uno de los pocos libros declaradamente prescindibles de todos los tiempos”.

Puede leer y descargar el texto totalmente gratis en el siguiente link: .el abc de la estupidez

P L A G I O S es el texto que sucede a .el abc de la estupidez y fue publicado el 29 de septiembre del año 128 d. H. (después de Hitler). Este texto es un himno, un homenaje, a los grandes autores pilares tanto de mi lectura ―y, por consiguiente, de mi escritura― como de mi ideología literaria. ¡Gloria y loor a mis maestros! Aunque no estoy a la altura de tan brillantes hombres, siempre puedo rendirles tributo y gratificación. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que un gran cínico y descarado plagio?

Lea, descargue y plagie este texto en el siguiente link: P L A G I O S

HuMoRaLeJaS . . .(publicado en 2018) está más bueno, aunque también más inútil y menos simple. Este texto da evidencia del talento evolutivo humano para hacer complejas maravillas a partir de los absurdos más huecos. Si ya leyó los dos primeros libros, no lea éste; si no los ha leído, tampoco.

Link para leer y descargar el texto (aunque siempre puede ignorarlo a voluntad): HuMoRaLeJaS

Warning

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December 27, 2018

Haciendo el más peor

(Clasificación A // Rated A)


If I were a good person, I wouldn’t be doing the job I do.
Graham Norton

La gente buena dice que no hay un día mejor que otro para hacer el mal. Dicen que el mal es malo cualquier día, y que el mal hace mal sin grado alguno, es decir, que el mal no puede ser peor.
            Por fortuna, la gente mala no está de acuerdo. Ellos dicen que, así como se puede hacer el mal, también se puede hacer el peor y (¿por qué no?) también el más peor. Además, dicen que el mal sí se puede hacer cualquier día, pero que el peor requiere de días especiales.
            El secreto está en averiguar qué día es especial para la víctima. Claro que hay algunos muy comunes como, por ejemplo, el primero de enero; ráyales el carro nuevo, arruinarles así el año a tus vecinos es delicioso. También puedes asaltar a unos recién casados el día de su boda después de la fiesta camino al hotel para su luna de miel; a él lo golpeas y a ella la violas en el día más feliz de sus vidas. Róbate al santísimo el día de la adoración nocturna. Engaña a tu marido el día de su cumpleaños. Provoca un apagón el día del super bowl. Sube el precio de los juguetes el cinco de enero.
            Los escritores podemos hacer el mal: componiendo un best seller, repitiendo pobremente lo que otro dijo en sublime forma, publicando un muy buen libro que no le sirva a nadie para nada, poniendo  en  venta  tus  libros,   haciendo  pequeños  cambios  para  la segunda edición de tu obra. Pero también podemos hacer el peor: caligrafiando tu nombre al final de la página el día que terminas de escribir tu obra maestra, pidiéndole a tu editor que hable por ti el día de la presentación en público de tu libro, autografiando los ejemplares que compran tus lectores el día que visitas la librería. Y podemos hacer el más peor así nomás, simplemente, escribiendo sin leer.


December 13, 2018

Tertulia navideña - preposada literaria

(Clasificación A // Rated A)


¿Cuándo?
Viernes 14, diciembre 2018
7:30 pm

¿Dónde?
Elementario Centro Cultural
Jardín Colón #8, Colonia Centro
Pachuca de Soto, Hidalgo


Pueden visitar el sitio oficial de Editorial Elementum:


December 05, 2018

Juanita // Little Jenny

(Clasificación A // Rated A)


Juanita y su padre vivían solos. Él era el único carpintero del pueblo y ella era su única hija. Vivían tranquilos armoniosos amorosos. Parecían no necesitar al mundo. De lunes a sábado, ella a la escuela y él al taller. Trabajo y estudio por seis días con recompensa de veinticuatro horas. El domingo era el día sagrado, el día de padre e hija. Nada, ¡nunca!, se interponía un domingo entre el padre y su hija; nada era más importante que su mutua compañía dominical.
            Un sábado por la noche, él cayó dormido en el sofá reclinable que tenía junto a la radio. Estaba tan cansado que ya era domingo al mediodía y él aún no despertaba. Juanita, por no permitir que nada arruinara su día con su padre, cerró los ojos y echó a dormir para unírsele en una aventura onírica. Eran las 3:40 de la tarde cuando él despertó. Su hija yacía a sus piés, sin pulso, sin respiración. Ahora no hay carpintero en el pueblo.

                                                                       

Little Jenny was a cute black haired eight-year old girl who lived alone with her father at a small town near the Arareco Lake. Despite she lived alone with her father, she had a calm but happy life; truly, she needed nothing more than her father. He, the only carpenter of the town, worked twelve hours a day from Monday to Friday, frequently, on Saturdays likewise. Consequently, the seventh day was sacred for both of them. Every week, after going to the church, they spent some time together: sometimes by going fishing, some others by staying at home painting or baking pancakes. Whatever they would do, she waited anxiously for it; that was Jenny’s favourite day of all.
            One day, he refused to go to the church. First, Jenny smiled due to the great plans she thought they may had so there was no time to masses. Nevertheless, he did not wake up from the sofa in the middle of the living room. She stood hours staring at him without pronouncing a word, thinking he would suddenly say or do something unexpectedly amazing.
            There was nothing to worry about. Whether little Jenny knew her dad’s business or not, she knew he had no debts, no neighbourhood problems, no enemies, no financial stress; there was nothing indeed for him to worry about nor for her daughter neither. Contrariwise to her wishes, she decided to not disturbing him. She never thought something was wrong; she had no reasons to think on that. Conversely, she supposed he just wanted to rest.
            After spending three hours sat by his side, she fell asleep.
            When Jenny’s daddy finally woke up, he felt revitalized. There had been a tiring labour the day before at the workshop. Anyway, it was now father and daughter time. He saw her little Jenny laying benumbed in the floor, unconscious but smiling. As they both, father and daughter, were extremely happy alone together, she believed he had died in that sofa at the middle of the living room; that was his last adventure, and she decided to live that experience with him by closing her eyes and free her soul.

November 22, 2018

10º Encuentro Literario de exalumnos

(Clasificación A // Rated A)



¿Busca usted literatura de la buena?

Asista entonces a:



November 15, 2018

Expediente secreto // A little secret

(Clasificación A // Rated A)

La vida sí tiene sentido. ¿Que cuál es? No me pregunte, vaya y búsquelo usted mismo. ¿O qué, creía que sería así de fácil? Hasta ahora, pocos (tan reducido es el número histórico que podemos sin erratas mayores sustituirlo por la denominación nadie) lo han encontrado y, por eso, muchas veces nos parece que carece de uno. Pero no; en realidad, sí lo tiene. La vida sí tiene sentido, un sentido tan complejo en sus modos que los seres humanos no alcanzamos a comprender. Nuestra capacidad de entendimiento no da para tanto; por eso, no logramos ver por ningún lado el sentido de la vida. Pero sí tiene sentido. ¡En serio! ¿No me cree? Es que no puedo escribir nada para hacerle ver que sí lo tiene. Puedo dejarle aquí todos los títulos, autores y temas que tuve que revisar para poder entender que la vida sí tiene sentido, pero igual tampoco me creería. Usted debe llegar a esa conclusión, con o sin referencias alternas, por su propio sendero. Sé que es difícil creerlo, pero le escribo de veras: la vida sí tiene sentido. Pero, si usted es feliz, ignóreme por completo y siga su camino sin leer estas palabras. No busque nada, porque en una désas podría terminar encontrándolo y, créame, está mejor como está ahora.

—   —   —   —   —   —   —   —   —   —

Life, Universe & Existence do actually have a meaning, a sense and a purpose. Different issue is you not knowing which it is. But that is your problem, not mine.

November 07, 2018

Una en un millón // A life experience

(Clasificación A // Rated A)

Mi condición de ciudadano globalizado y posmoderno me llevó a una situación extrañísima, al menos así les parecerá a aquellos que no sean posmodernos. Mi novia (también posmodernista) y yo habíamos acordado no tener hijos nunca en la vida. Nuestros respectivos padres (nada posmodernos) no aceptaban nuestra decisión; así que, complotando para hacernos cambiar de parecer, lograron dejarnos a cargo de siete niños (parientes y vecinos) durante todo un fin de semana.
            Un día lo gastamos con videojuegos de violencia extrema y comida chatarra. El segundo lo pasamos viendo películas de terror y pizzas de mil sabores. Pero el último día, cansados del sillón, nos fuimos al CENART a un eventillo literario para jóvenes. Sinceramente, fue una estupenda idea porque, en cuanto arribamos, los chamacos se pusieron a leer con la misma emoción con que jugaban HALO. Al menos, así, podríamos demostrar a nuestros parientes que nuestra decisión de no tener hijos no era por carencia de habilidades para educarlos.
            En fin, esta pequeña cronicómica no se trata sobre mi experiencia como niñera (¿a quién podría interesarle eso?), sino sobre lo que vi …viví… en aquel picnic literario. No haré spoiler, sólo extenderé la recomendación, pues en verdad es algo de lo mejor que he visto en mi vida, en lo que refiere a producto artístico.
            Si alguna vez encuentran programado en cartelera el Picnic en el País de las Maravillas a cargo de Alas y Raíces de CONACULTA, ¡vayan a verlo! Que no les importe cuánto cueste —yo lo vi gratis, por cierto— ni qué tan lejos esté, la verdad es que sí lo vale; les aseguro que será una de las mejores experiencias que podrán presenciar en la vida.
            …y si van, ¡me invitan! J

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Being a postmodernist kind of man with a postmodernist lifestyle and a postmodernist way of thinking, I somehow ended up enrolled in a postmodernist relation with a postmodernist kind of woman. I speak with emphasis on the postmodernist part due to the rumours I have heard, the blogs I have read and the courses I have attended, which describe postmodernism just the way I would describe myself. Sincerely, I do not wholly overstand what postmodernism is, but my significant other says we are a postmodernist couple just because, since the very beginning of our relation, we have come to the agreement of not having any children... ever in life!
            However, neither my parents nor hers liked our decision of not becoming parents even adoptive ones. Thus, one april’s day, they ―altogether with some hardly known relatives and some close friends likewise― managed to leave us both, one whole weekend, with seven little children: her youngest sister, two of my nephews and one niece, her two little cousins and also, if that would not be enough, her nine-year-old neighbour.
            I considered the easiest solution: violent video games, tons of junk food, horror movies late at night and a visit to the nearest ¡Recórcholis! store. Nonetheless, having hipster likes and with the intention of giving our parents a lesson about our ability to cope with children, my significant other looked on the internet for some familiar events with recreational activities. That is how she found this Día de campo literario por el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil – Una canasta para todos, which was presenting at the Centro Nacional de las Artes (CENART) precisely that weekend. Moreover, the entrance was for free.
            No sooner had we arrived than our babysats were already reading every book they found interesting on their way. We let them go and run and play and read whatever they wanted, for we were quite sure that CENART was well protected by many police officers and that it was a safe place for them to be looking around freely.
            What is this all about? It is not about babysitting, it is not about books, it is not about postmodernism. It is about what I lived that day, what I saw in there, and overall what I learnt by being there. I thought there was nothing there for me, for it was a very childish event. But, thence, a special show was announced: Picnic en el País de las Maravillas presented by Alas y Raíces de CONACULTA (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes). The play was an adaptation of the book Alice in Wonderland by Lewis Carroll.
            In the beginning, I thought it was going to be a common play with some false actors trying to make children laugh, disappointing all parents with their hypocritical scripts.
            How mistaken I was.
            Firstly, there was no stage. Hard to believe, but there was not. The play was rehearsed all around the garden (the backyard) of CENART. There were actors everywhere; here and there one could see, or at least hear, scenes taking place at the same time.
            Secondly, it was not just a play. There were also people reading fragments of the book, in both English and Spanish, meanwhile some others acted out those fragments.
            Thirdly, the scenography was unnecessary due to the nature of the garden which was enough scenography.
            Fourthly, there were some guitarists and flutists playing. But they could only be heard on a small part of the garden, because there were no microphones on the instruments to expand the sound of the music all along the place.
            Fifthly, I am not sure how many actors took part on the play, for they were too many and for they were mixed with the public; it was hard to distinguish how many were real audience and how many were part of the show. Nonetheless, the ones who are essential were clearly recognizable: Alice, the Mad Hatter, Cheshire Cat, the White Rabbit and the Queen of Hearts.
            Sixthly, there was no sequence of scenes or characters. None of them stopped at any time. They went on with their scenes even if Alice ―the main character― left that scene to meet another one. It was really a wonderful representation; it was pretty crazy.
            However, what is important about this is the message within the play, the essence of the show itself, and the teaching it gave to me: Theatre, as life, can be different... can be wonderful!
            ...and if theatre and life can be different, then everything can be different. That makes me think that maybe this postmodernist ideology can also be different.
            I loved that play, event, show ―or whatever it was― because, even when it was intended for children, it could surprise me, it could teach me, it could make me keep looking for similar plays, it could make me like theatre, it could make me open my eyes.
            Now, and finally, I would say I am still not an expert on the topic (and I do not pretend to be), but at least I am finally interested on the world out there with its non-postmodernist art.

October 16, 2018

Feria Itinerante del Libro Alternativo (FIL AlternA)

(Clasificación A // Rated A)

Viernes 19, Octubre 2018
15 hrs (3:pm)

- - - - - - Presentación del libro "P L A G I O S" - - - - - -

en Terraza Crescendo
Pennsylvania 44, Parque San Andrés, Coyoacán


El ser humano es un plagio sisifesco de su ADN: nacer, crecer, ir a la escuela, trabajar, ganar dinero, gastar dinero, pagar impuestos, casarse, tener hijos, envejecer y morir. Somos el anfibio, el animalejo darwinista, el mono y el australopiteco histórico. Somos aún en el absurdo teológico un plagio a imagen y semejanza de dios: moldeados en barro, lodo y costillitas.
          P L A G I O S  propone (¡invita!) al ser humano actual vivo al momento de leer estas palabras a convertirse en el ápice evolutivo de la especie. Somos el linaje de Sócrates, Arquímedes, Cicerón, Dante, Cervantes, Newton, Tolstoi, Einstein, Borges, Hawking y tantos otros genios ilustres. Hagamos, pues, honor a nuestra herencia con talento y grandeza; hagamos un digno plagio de la razón humana, pues será nuestro propio pensamiento lo que plagiarán las futuras generaciones.


Página oficial de FIL AlternA:

October 01, 2018

Feria Itinerante del Libro Alternativo (FIL AlternA)

(Clasificación A // Rated A)


Viernes 19, Octubre 2018
Presentación del libro "P L A G I O S"

en Terraza Crescendo
Pennsylvania 44, Parque San Andrés, Coyoacán


Página oficial de FIL AlternA:

September 30, 2018

Un lujo esclavizante // A slaving luxury

(Clasificación A // Rated A)

El telefonito es casi tan (o tal vez igual de… o incluso más) importante que la vida misma, pues prácticamente es la vida misma. Allí se contiene tu calendario, horario y agenda de actividades; la hora, la fecha y hasta el clima lo sabes gracias al aparatín; nunca sabes dónde estás o hacia dónde vas sino hasta que lo consultas con el cel. Sin uno de esos, no tienes amigos, no tienes participación social activa, no tienes evidencias de que vives —y es que hoy en día lo único que vale la pena es mostrar pruebas de lo que sea. En resumen, sin teléfono móvil no existes [phoné ergo sum].
            El día que, por las prisas cuotidianas, se te olvida el celular en casa sientes como si te hubiesen cortado una mano. Algo te falta, no te sientes en completud, ¡lo dejé cargando! Y se aviene el apocalipsis sobre ti, porque todo el día cargas un estrés y una ansiedad que no cesarán sino hasta que tengas tu aparatejo en las manos otra vez. Si a lo largo del Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj de jota Cortázar cambiáramosle la palabra ‘reloj’ y pusiéramos en sustitución ‘teléfono celular’, tendríamos allí una descripción exacta de nuestro mundo y nuestra sociedad… de nuestros individuos acaso.
            Cuando se sube un tipo a robar en el bus, uno prefiere entregar su virginidad que su teléfono. Llévate a mi madre, toma mi alma, pero no mi teléfono. El móvil tiene un fondo de pantalla, un color, un tipo de letra, una organización de los íconos, un nivel de juego ya guardado, la intimidad de mis mensajes, tiene mi personalidad impresa, ha guardado mi esencia, es yo. Si lo pierdo, me lo roban o se descompone, entonces mi vida, mi persona, mi existencia entera la he perdido, me la han robado o se ha descompuesto.

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The use of mobile phones, since the last few years, has been increasing gradually as technology has been developed. Besides, industries have been responsible of putting one gadget in every hand due to the many facilities there are to purchase one (credit, loans, instalments, etcetera). As a result, nowadays, in Mexico, by and large, every person has one of them; there is no man, woman or even child who does not have one whether they need it or not.
On the one hand, benefits of mobile phones are almost endless. Principally, it is possible to be in constant communication with anyone from anywhere, which is mainly the function of these gadgets. Moreover, there is no more need to keep on buying calendars, address books, alarm clocks, calculators, radios, cameras, recorders, maps, nor many other belongings used on daily common life due to the fact that now everything is included in just one device.
On the other hand, to have a mobile phone can be harmful. Firstly because one tends to ripen sort of a dependency, it turns impossible to live without it; for instance, every time one forgets it at home, it is felt a sensation of being incomplete such as if a right hand finger was lost. Consequently, people’s lives are controlled by these gadgets, not organized as it is believed.
To conclude, although the more benefits a mobile phone has the more people become dependent to it, it is a fact that with one of them it is easier to be communicated, entertained and organized, among some other things. In effect, it must be learnt how to use these gadgets wisely in order to make use of them and not to be used by them.

September 23, 2018

Radio Rélax 104.5 fm X. H. A. R. O. "Metalízate" (2-12-017)

(Clasificación A // Rated A)

Presentación del texto P L A G I O S el sábado 2 de diciembre de 2017 por Radio Rélax 104.5fm X. H. A. R. O. en el programa "Metalízate".
Puede escuchar esta entrevista, realizada por Typhus y Ocelot,  en el siguiente link:

El programa "Metalízate" se transmite cada sábado en punto de las 9:pm a través de Rélax 104.5fm Grupo Radio A. R. O. y puede escucharlo sintonizando el 104.5 de su radio FM o a través de  http://www.ustream.tv/channel/relax-1045fm (página oficial de la estación).
También puede leer, plagiar y descargar el texto P L A G I O S (publicado el 29 de septiembre del año 128 d. H.) totalmente gratis en el siguiente link:


September 14, 2018

Lo infinito se quedó sin fin

(Clasificación A // Rated A)

Los poetas andan siempre buscando el amor infinito de una mujer infinita; lo buscan con tanto empeño que desean jamás encontrarlo. No así los escritores ―porque no es lo mismo escritor que poeta, entiéndase ya de una vez bien eso―; ellos, por lo general, nunca buscan el amor infinito ni la mujer infinita y, por la misma razón, casi nunca lo (ni la) encuentran.
            Lo común es (1) encontrarse con una poetisa o escritora que no anda buscando amor ni hombre, acaso porque a) sabe que no existe el amor infinito y para qué conformarse con el amor mortal que cualquiera puede llevar a cabo si los poetas y escritores―corrección: si las poetisas y escritoras estamos hechas para algo más que simple amor; o porque b) sabe que no existe el hombre infinito y, para porquerías, mejor me hago lesbiana―corrección: descubro que soy lesbiana―corrección: acepto que siempre he sido lesbiana; o porque c) sabe que no existe el amor en el hombre―corrección: sabe que existe el amor, pero no en el hombre y mejor me regreso a “b)”; o, en todo caso, (2) encontrarse con una mujer infinita de amor infinito, quien no es poetisa ni escritora y cómo un poeta o escritor como yo va a terminar con una mujer que no sabe versar ni versificar ni crear ni nada bueno porque no es poetisa ni escritora ni artista ni nada de eso en donde se encuentran a las mujeres infinitas y pues ella no es y que, aunque fuera, no sería para mí.
            Eso es lo común. La extrañeza, en cambio, es encontrar el amor infinito y/o la mujer infinita... y reconocer que están ahí.
            Mas, como ya no estamos en tiempos de llorar al amor o de morir de amor o de sentir amor siquiera, los poetas ahora dicen que no les importa y que ni lo andaban buscando. Mientras tanto, los escritores, últimamente todos ellos, andan encontrando amor ―tal vez no el infinito, pero amor al menos― y mujer ―tampoco infinita, o quizá sí, quién sabe― menos tú. ¿Por qué será? Te preguntas. ¿Será porque no soy de los buenos escritores? ¿Será porque nunca escribí un Bestiario? ¿Será... por qué será, ¡maldita sea!?
            Nunca lo buscaste, pero te tortura ver que los demás lo encuentran. ¿Y qué más da? ¡Bien por ellos! Te das ánimos, pero sabes que no estás triste ni decepcionado porque no te sientes mal ni estás solo. El problema no eres tú, son ellos; ellos que rompieron las reglas ¿cuáles reglas? estás loco, no hay reglas para eso ¿cómo no? si lo acabas de escribir en el primer párrafo y entonces yo estoy bien ¡ellos son el problema! Y te repites una y otra vez que son los tiempos, que todo ha cambiado y ahora los escritores corren con mejor suerte que los poetas ¿y por qué yo no?, ¿por qué a todos les va bien menos a mí? Y recuerdas que es porque no eres buen escritor, y te lamentas, no porque no seas buen escritor, sino porque siempre quisiste serlo.
            En fin, ya a estas alturas de la vida (y del fracaso), te duele más haber andado siempre buscando ser un buen escritor que nunca haber buscado amor... ni mujer.

September 09, 2018

Hágame usté el favor

(Clasificación A // Rated A)

En 2016, se publicó .el abc de la estupidez (mi obra prima), texto que desde entonces ha sufrido tantos halagos como insultos. Lamentablemente, todos esos comentarios permanecen inéditos. Por supuesto, yo agradezco el gesto y la confianza cuando me los hacen llegar (tanto los constructivos como los instructivos); sin embargo, de vez en cuando uno desearía ver mentadas tales críticas de manera pública. Y, por primera vez, esto es real.
          Leopoldo Francisco Orozco Morán, tras leer mi libro, escribió una reseña, de la cual no haré spoiler. Es preferible que usted lo atestigüe con su propia lectura. He aquí el link:

September 01, 2018

Besito de lengua

(Clasificación X // Rated X)

Analicemos, ahora, el lenguaje. No el nuestro ―de ése que se encarguen los aburridos lingüistas eruditos y demás expertos en el tema― sino el otro, el literario. Bueno, no, tampoco es literario, al menos, no el nuestro. Me refiero al ficticio, al inventado. Aunque tampoco es tan inventado... ni tan ficticio. ¿Quieres callarte e ir directo al grano, por favor?
            ¿Es pregunta? ¿o petición?
            Pues, ahora que lo dices, ¡es una orden!
            De acuerdo, ya voy. Tranquilo, no te esponjes.
            Está bien. Adelante, continúa.
            “pos ni modo que atrás”, jajaja XD
            ¡Deja de escribir tonterías!
            Ah, caray; ultimadamente, ¿por qué habría de hacer eso? En todo caso, ¿por qué no dejas tú de leer?
            Y ya vas a empezar otra vez.
            ¿Yo? Si fuiste tú quien me interrumpió en primer lugar.
            Bueno, bueno. Ibas a contar lo de tu tesis, ¿no?
            ¿Cuál?
            Lo del lenguaje.
            Sí, pero ¿cuál?
            Pues podría ser aquello de que el lenguaje del infierno es el mismo del cielo porque los diablos alguna vez fueron ángeles y por eso deben hablar la misma lengua... tal vez alguna variante dialectal, pero al cabo la misma.
            ¡Qué estupidez!
            ¿Perdón?
            ¿De dónde sacaste tal cosa?
            Tú lo dijiste; es lo que ibas a decir.
            Nocierto. Aunque no es mala idea.
            Sí, pero ya dijiste que no. Mejor di lo que ibas a decir.
            Es que ya se me olvidó.
            ¡Mta madre!
            Será mejor que ya nos callemos.
            ¿Por qué?
            Pos porque calladitos nos vemos más bonitos.
            ¿Quiénes?
            ...los poetas...

August 21, 2018

Escritor olímpico

(Clasificación A // Rated A)

El título de este texto ―estará desmenuzando usted― debiera ser Poeta Olímpico, pero eso habría posicionado este texto a mitad de aquellos tantos otros que revisan el tema de la poesía. No voy a proponer retomar arcaicas tradiciones de armar juegos olímpicos de oradores y payasos declamadores, porque muy de dioses (o para dioses) pero sigue siendo un concurso finalmente.
            Los concursos son un mal innecesario. No sé si en algún otro tiempo ―antiguo o futuro― los concursos fueron (o serán) benéficos para las disciplinas que practican los participantes. No lo digo en forma de crítica al sistema de competencias actual ―actual para mí es el siglo XXI― donde sólo uno resulta ganador y deja a TODOS los demás como perdedores, sino por el hecho de la desvalorización preconizada con intención de diminuecer al prójimo para vencer uno mismo. Voy a poner un ejemplo: los escritores escriben y tratan de escribir bien y, aunque las más veces no lo logran, alguno que otro sí lo consigue. Un escritor ―esto que digo es irrefragable― debe leer treinta o setenta veces más de lo que escribe, por supuesto debe leer a los clásicos a los grandes que estuvieron antes que él, pero también a sus contemporáneos. No debe ser un adulador incomprensivo falto de juicio que, al no entender nada, dice que todos los escritores jóvenes son buenos; en contraste, debe ser un sensato lector de su propio tiempo con un juicio justo y ―aunque les duela― severo, porque sólo así se puede valorar lo verdaderamente nuevo bueno. Pero como tú quieres ganar y para ganar hay que tener porte de ganador, pues entonces te portas como si tú fueras el único buen escritor y ni siquiera los lees, como si leerlos les pusiera una estrellita en la frente de buen escritor en automático.
            Los concursos, en suma, dividen. Por ende, no necesitamos unas olimpiadas que dividan a nuestros escritores, porque para eso tienen orgullo, condescendencia y estupidez.

August 15, 2018

Dos bonitos

(Clasificación A // Rated A)

Elogios a la brevedad hay muchos y no me dedicaré ahora a agregar uno al montón ni a recordar los que ya están hechos. Sólo me limitaré a congeniar con ellos y sin más palabrería explicativa, como regalo o como ejemplo (como se lo quiera ver), compartiré dos textos del libro "Los mundos de Okiris" de Alfredo García Servín.


La segunda creación
Dios tomó el barro y empezó a amasarlo al igual que la primera vez.
            —¿Cuál fue mi error? —Se pregunta al pensar en la destrucción del género humano—. ¡Claro! —exclamó feliz—, ¡mi error fue crear a Eva del cerebro de Adán, ahora lo haré de una de sus costillas!
  

Dentro de ti
Cuando sentí desparramarse mi esperma dentro de ti, comprendí con tristeza que había dejado de ser un hombre libre.

August 06, 2018

Insigne invectiva

(Clasificación B // Rated B)

La figura de Walt Whitman se ha metido en mi cabeza últimamente. Lo veo en cada rostro, lo escucho en cada verbo; de pronto, creo que lo conozco o, peor aún, que él me conoce. Siento como si invadiera mis sueños y mis recuerdos; ocasionalmente pienso que es mi mejor amigo o incluso mi padre. Tal vez somos íntimos amantes, tal vez él reencarnó en mí, tal vez yo soy Walt Whitman. Tarde o temprano, uno llega a conocer por completo a todo el mundo, excepto a uno mismo.
            Irrecusablemente, un joven nicaragüense me ha descrito como un santo, patriarca y sacerdote, profeta, poeta e incluso se atreve a llamarme emperador. Me miro al espejo y no me reconozco. Tampoco el fanatismo de un joven español logra atinar un sustantivo. Él jamás lo habría creído, pero tanto como estaba enamorado de un viejo hermoso, seguramente se odiaba a sí mismo. La barba enmarañada no es de mariposas, sino de murciélagos; sólo hay que quererlo ver.
            Todo lo que se ama se repudia al mismo nivel. Yo siempre he amado mi país, su bandera, su himno, su gente, su gobierno; pero tanto como lo amo, también lo aborrezco. Casi tanto como lo odio, le temo; y casi tanto como le temo, me da lástima. ¿Por qué habría de anunciar un tiempo mejor para el futuro?
            País de hierro, dice uno; ciudad de cieno, dice el otro. La verdad, alambre y muerte es lo que hay. La verdad ambos la conocieron, pero sólo el primero tuvo las agallas de aceptar su amor, su odio, su temor y su lástima por mi nación cuando escribió a Teddy Roosevelt:

«Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!»

July 22, 2018

Bueno, Bonito y Barato

(Clasificación A // Rated A)

Echándome un clavado en los océanos interminables de una librería cuyo nombre no quiero difamar, encontré un libro que sería crimen y pecado no haber comprado. No lo digo por el contenido, sino por el precio.
$2.00
Sí, leyó usted bien. Dos pesitos.
El libro es "Muro de silencio" y el autor es R. Israel Miranda Salas.
Yo no estoy aquí para hacer una crítica sobre el contenido del libro, ni pretendo dar mi opinión sobre el precio del mismo. No culpo ni juzgo a quien lo haga; yo, simplemente, me abstengo de tales vicios. Empero, para que se den una idea, dejaré un texto sabrosón contenido en dicho libro.



Un poema interminable
  

Esta historia versa sobre un escritor
que reencontró la inspiración
en un restaurante de segunda.
Tenía tanto tiempo sin ejercer el oficio
que pluma y papel no figuraban ya
en su inventario.
Así que pidió prestado a una mesera
un bolígrafo acostumbrado a tomar listados
de comida imposible de digerir.

Comenzó a escribir sobre una servilleta
y pronto se quedó sin espacio,
así que tomó otra servilleta.
Cuando no hubo más servilletas
se siguió con el mantel,
y con el mantel de la mesa de al lado,
hasta que nadie más dejó
que el hermoso escritor
le interrumpiera el postre.

El propio escritor omitió el postre
y arremetió contra las cortinas,
contra las paredes,
contra el piso.
Incluso un par de meseras
terminaron con trocitos de poema
en las mejillas.

Continuó con el edificio de al lado
y también lo inundó de poema.
Igual hizo con otros edificios,
con las calles, con los puestos de periódico.
Los niños le seguían
y extendían sus manitas
para que también les dejara
un trozo de poema para llevarlo a casa
y embarrarlo en un pedazo de pan.

Yo mismo seguí al poeta en su escritura ardorosa,
dirigida siempre hacia el oriente,
para tener la mayor cantidad de amaneceres posibles.
Lo perdí de vista.
Muchos lo perdimos de vista. Escribía más
de lo que podíamos leer.

Cada tarde me siento en la banqueta
mirando hacia el poniente. Estoy seguro
de que el hermoso escritor
traerá su poema de vuelta a casa,
después de haber tatuado con él
al planeta entero.


July 10, 2018

¿Te arrepientes de algo?

(Clasificación X // Rated X)

                        Cuando muera, quiero irme al infierno
porque seguramente allí están todos mis amigos.
Esto no es un mensaje de
                        la compañía te permite soportar cualquier mal,
            sino de
                        cualquier mal es soportable, sabiendo que a ellos también se los cargó la chingada.

July 01, 2018

El Sancho del espejo

(Clasificación B // Rated B)

Al principio, uno resiste la tentación de la literatura a toda costa. Uno realmente no se interesa nunca en esta (...ehm...) cosa, pero, como todo buen escritor, seguro debes leer mucho. Leer es una actividad inútil, piensa uno. Algunas veces, el contenido es bueno, pero el verbo con toda su verborrea ―id est, la acción de leer― es muy tedioso; te quita tiempo, te quita vida, te quita hasta lo que no tienes. Lo que uno quiere de esta vida es diversión simple y sin profundidad, sin filosofía ni matemáticas. El mundo sólo sirve de entretenimiento o, en su defecto, para crear alguno. La pintura y la escultura son artes bellas, claro, para las generaciones del Renacimiento; ahora tenemos fotografía y chatarra plástica con que reemplazarlas, las cuales son mucho más soberbias por cierto. Para el caso de la literatura, ya tenemos la cinematografía; para qué leer un libro cuando puedes ver su película.
            Una vida postmoderna se resuelve fácil. Se muere mucho más fácil y con mucho menos interés que antes. Los ancianos dejaron de ser sabios; y los jóvenes, de ser idiotas. Pero siempre hay un pero y el pero de nosotros es la nostalgia añorante y la sobrevaloración ―sería pertinente, acaso, llamarla sobreestimación― de lo antiguo. Creemos que lo de hoy no es bueno, ¡y tenemos razón!; sin embargo, tampoco lo de antes lo era. De hecho, casi nada ha sido bueno, ni antes ni ahora; sólo la minoría lo es, y no sólo en el arte, sino también en todo lo demás.
            Como sea, todo el mundo te dice que estás mal. Y, para encajar o no sé para qué, te pones a leer, primero lo de antes, pero como no te gusta ―tal vez porque no es bueno, o tal vez porque sí era bueno pero ya no para la gente de hoy, como tú―, después buscas lo de hoy. Te han dicho que no juzgues un libro por su portada, pero lo haces ¡y da resultado! Así, llega a tus manos prejuiciosas un anaranjado extraño de Eduardo Osorio y te enamora con sólo ver la portada (que está atrás, por cierto). Todo el libro es una porquería, pero tiene una muy buena portada que ―piensas― da testimonio de los pequeños destellos de genialidad que debe tener el autor (o su editor, en todo caso). Pero tú no puedes escribir eso, porque él es un buen escritor y tú no, y tampoco eres crítico ni literato ni buen lector siquiera. Entonces, hay que escribir algo que no atente contra nada ni nadie... en ese caso, mejor no escribir en absoluto.
            El Tótem es un Bestiario. Por eso, te das cuenta que el escritor es bueno. Entre todos los Bestiarios, encuentras un texto que habría encantado a Monterroso: Historia familiar de la mosca. Te preguntas qué pensaría él de la sentencia “Cuando la especie humana desaparezca o evolucione, la mosca llorará por nosotros.” y te abstraes por un momento, pensando más en su opinión que en la tuya.
            Imposible virar hacia las Pildorillas de Carlos Héctor González Pugeau, también malas... ah, sí, perdón, olvido que no puedo escribir eso. Sin embargo, lo único bueno es su definición de pildorillas: “idea que contemplamos a través del ojo de la cerradura, mientras se desviste”. Te preguntas por qué los literatos no reconocen este género literario y, al instante, te respondes que es porque casi no son buenas. No te darás por vencido, ni dejarás que lo degraden, aunque ni te gusta, pero que lo respeten al menos, porque tú también eres malo para escribir (y, a la fecha, no has inventado ningún género... pues el facebook post ni lo inventaste tú ni es literario) y te gustaría que alguien te respetara, sueñas con ello; así que lo haces por ti, por tu egoísmo, por tu propia gloria, no por él ni por su obra.
            Finalmente, la encuentras. Ahí está ¡la pildorilla que podrá inmortalizar al anciano marsupial! Pero no te atreves, porque a él ya lo adoran en tu pueblo natal; es un orgullo para tu gente aunque no nació en la misma tierra. Pero en estos días, la muerte de un hombre es mucho más importante que su nacimiento, a veces incluso más que su vida misma. Ya lo decía tu abuelo: “hay viejos que no cambian y hay muertos que no mueren”.
            Recuerdas su Quijote del espejo que nunca encontraste y que no te interesa buscar porque a lo mejor y tampoco es tan bueno como aseguran sus aduladores. Distingues, entonces, que cuando la escribió tal vez no hablaba de tu libro, sino del suyo. Pero no te atreves, porque sabes que aplica para ambos ―más para el tuyo que para el de él― y no puedes abstenerte, no puedes reservar tu opinión a un simple epitafio, porque además sabes que después de todo el maldito desgraciado sí tiene razón:

• • • Hay libros que sólo sirven para leerlos. • • •