.el abc de la estupidez (publicado el 1º de marzo del 2016) es un texto sumamente inútil e inservible. Podría no existir y eso no afectaría el curso de la historia humana; o bien, podría sí existir y eso afectaría mucho menos. Como hablara Joaquín Mortiz del libro Movimiento perpetuo de Augusto Monterroso, éste es “uno de los pocos libros declaradamente prescindibles de todos los tiempos”.

Puede leer y descargar el texto totalmente gratis en el siguiente link: .el abc de la estupidez

P L A G I O S es el texto que sucede a .el abc de la estupidez y fue publicado el 29 de septiembre del año 128 d. H. (después de Hitler). Este texto es un himno, un homenaje, a los grandes autores pilares tanto de mi lectura ―y, por consiguiente, de mi escritura― como de mi ideología literaria. ¡Gloria y loor a mis maestros! Aunque no estoy a la altura de tan brillantes hombres, siempre puedo rendirles tributo y gratificación. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que un gran cínico y descarado plagio?

Lea, descargue y plagie este texto en el siguiente link: P L A G I O S

HuMoRaLeJaS . . .(publicado en 2018) está más bueno, aunque también más inútil y menos simple. Este texto da evidencia del talento evolutivo humano para hacer complejas maravillas a partir de los absurdos más huecos. Si ya leyó los dos primeros libros, no lea éste; si no los ha leído, tampoco.

Link para leer y descargar el texto (aunque siempre puede ignorarlo a voluntad): HuMoRaLeJaS

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March 16, 2018

A tiempos desesperados medidas desesperadas

(Clasificación C // Rated C)

Uno debería fijarse un límite de estupideces por día, después callar y aquietarse. Se podría comenzar con, digamos, 288 estupideces al día; es un buen número para empezar, pues tendríamos tolerancia de cometer una estupidez cada 5 minutos. Tal vez para algunos sería más pertinente comenzar con un número más alto, digamos 1440, para poder cometer una estupidez por minuto. Además, restándole el tiempo de sueño, hasta nos quedaría la oportunidad de hacer o decir alguna estupidez cada 45 segundos; ahora que si usted duerme más de ese porcentaje, entonces podrá despertar cada día sabiendo que cometió al menos su primera estupidez mientras dormía.
            Sé que sería difícil esperar 45 segundos, ya que regularmente no dejamos pasar tanto tiempo entre una estupidez y otra, pero eso es precisamente lo bonito de esta propuesta. Imagine que ya agotó su límite de estupidez en el día y apenas son las 7:30pm... bueno, pues entonces a callar y quedarse quieto: no hacer nada, no decir nada. Ni siquiera para hacer cosas buenas e inteligentes, porque la verdad es que la estupidez brota de nosotros incluso en los momentos de mayor lucidez.
            Hagámosle un bien al mundo y quedémonos mudos e inmóviles tras alcanzar el límite de estupidez fijado. Poco a poco, iríamos aprendiendo a moderar nuestro comportamiento y lograríamos cometer nuestra última estupidez justo antes de dormir. Una vez que pudiésemos regular nuestra estupidez con ese límite, sería momento de reducir el número, digamos a 1152; así, podríamos cometer una estupidez cada minuto y medio. Gradualmente iríamos reduciendo el número (El límite se podría fijar como usted quisiera: cada dos minutos quince segundos, cada siete minutos y medio, en fin, ¡usted marcaría ese límite!): 576, una cada tres minutos; 72, una cada quince minutos; una estupidez por hora; y así hasta que, eventualmente, lográsemos cometer dos, una, o incluso ninguna estupidez al día.
            Esto sería ―hay que estar conscientes― un proceso muy largo, y algunos quizá morirían antes de alcanzar el dominio total de su estupidez. Mas ¿no crees que valdría la pena intentarlo?

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