¿Que si te amé?
las horas de espera,
las comidas frías,
las noches en vela.
o sí nos amamos
pero fue la espera
y los hijos que tuvimos
y las tardes sin tarde,
los recados mal entendidos,
las cartas abiertas escondidas en tu manga.
Lo sé porque me hiciste llorar
y es así como mi madre amó a mi padre
y mi abuela a mi abuelo,
con llanto y tragándose las lágrimas.
porque quería estar a tu lado
cada día de los que nunca estuviste
por tus compromisos,
por tus manos que no me detuvieron
cuando era menester hacerlo.
Sí, lo hice.
Pero no te amé más allá de mí misma.
memoriosas piedras saltan,
mis manos se entusiasman,
una sonrisa de abuela
con voz de agua mansa
parece que me llamara.
bordaré tu nombre con punto perdido
de quien ha muerto,
con lentejuela roja de pena
alhajaré nuestros recuerdos.
mis enaguas de lino,
insignia de amores no correspondidos.
portaré esa albura
de la ósea bandera
en mi cabeza rala,
guanábana madura,
y el pañuelo ceñido
en señal de duelo.
cuando la luna subía
por ese camino húmedo
de relámpago y agosto.
un techo,
una espina,
una mujer errante en el lodo.
supieron del agrio sabor del semen.
sus dos manos sangrientas.
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