(Clasificación A // Rated A)
Sólo eran dos
jóvenes cansados de lidiar con el tedio laboral, el pago de impuestos y los
problemas familiares. Decidieron, pues, subir a la montaña más alta en las
afueras de la ciudad para expulsar todo el estrés y el enojo acumulados. Ya en
la cima, uno dejó caer su mochila, levantó los brazos y gritó: “¡Hey, Dios!
¿Hay algún asunto que quieras aclarar? Pues dilo ahora; éste es el momento.”
Después de unos segundos, al ver que nada sucedía, continuó: “Si no vienes
ahora, no te atrevas a fastidiarme otra vez.” Segundos más tarde, su compañero
expresó: “Es una hermosa vista, ¿no lo crees? Éste es el punto más alto en
kilómetros, desde aquí se puede ver el mundo entero; y lo mejor de todo es que
Dios no está.”
No comments:
Post a Comment