(Clasificación A // Rated A)
Sabes a luz
Lorenzo
Partida
Eres oscuridad…
Siempre lo has sido
y siempre lo serás.
Pero, al final,
sabes a luz.
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Adversidad
Antonio Plaza
Cómo llueven lisonjas y
atenciones
cuando acaricia la fortuna
grata;
pero, si el bienestar nos
arrebata,
todo es burla, desprecio y
decepciones!
En el mísero valle de
aflicciones
la amistad, en quien Jano se
retrata,
erige altares a su Dios de
plata,
que en la vida no hay más que
situaciones.
Tanto se decepciona y
desconsuela
el mártir del destino furibundo
que, al perderse la fe, su alma
se hiela
y todo mira con horror profundo;
porque la adversidad es una
escuela
en que se aprende a detestar al
mundo.
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Desnudos
Juan Ramón
Jiménez
Nacía, gris, la luna, y
Beethoven lloraba,
bajo la mano blanca, en el piano
de ella.
En la estancia sin luz, ella,
mientras tocaba,
morena de la luna, parecía más
bella.
Teníamos los dos desangradas las
flores
del corazón, y acaso llorábamos
sin vernos.
Cada nota encendía una herida de
amores...
el dulce piano intentaba
comprendernos.
Por el balcón abierto a brumas
estrelladas
venía un viento triste de mundos
invisibles...
Ella me preguntaba de cosas
ignoradas
y yo le respondía de cosas
imposibles.
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Lo Fatal
Rubén Darío
Dichoso el árbol, que es apenas
sensitivo,
y más la piedra dura porque esa
ya no siente,
pues no hay dolor más grande que
el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida
consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin
rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un
futuro terror
y el espanto seguro de estar
mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la
sombra y por
lo que no conocemos y apenas
sospechamos,
y la carne que tienta con sus
frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus
fúnebres ramos,
¡y no saber a dónde vamos
ni de dónde venimos!
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Mi lumia
Oliverio
Girondo
Mi lu
mi lubidulia
mi golocidalove
mi lu tan luz tan tu que me
enlucielabisma
y descentratelura
y venusafrodea
y me nirvana el suyo la crucis
los desalmes
con sus melimeleos
sus eropsiquisedas sus decúbitos
lianas y dermiferios limbos y gormullos
mi lu
mi luar
mi mito
demonoave dea rosa
mi pez hada
mi luvisita nimia
mi lubísnea
mi lu más lar
más lampo
mi pulpa lu de vértigo de
galaxias de semen de misterio
mi lubella lusola
mi total lu plevida
mi toda lu
mi lumia
— — — — — — — — — —
Besos
Gabriela
Mistral
Hay besos que pronuncian por sí
solos
la sentencia de amor
condenatoria,
hay besos que se dan con la
mirada,
hay besos que se dan con la
memoria,
hay besos silenciosos, besos
nobles,
hay besos enigmáticos, sinceros,
hay besos que se dan sólo las
almas,
hay besos por prohibidos
verdaderos,
hay besos que calcinan y que
hieren,
hay besos que arrebatan los
sentidos,
hay besos misteriosos que han
dejado
mil sueños errantes y perdidos,
hay besos problemáticos que
encierran
una clave que nadie ha
descifrado,
hay besos que engendran la
tragedia
cuantas rosas en broche han
deshojado,
hay besos perfumados, besos
tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios
dejan huellas
como un campo de sol entre dos
hielos.
Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por
puros,
hay besos traicioneros y
cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.
Judas besa a Cristo y deja
impresa
en su rostro de Dios la felonía,
mientras Magdalena con su beso
fortifica piadosa su agonía.
Desde entonces en los besos
palpita
el amor, la traición y los
dolores;
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las
flores.
Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y
loca;
tú los conoces bien, son besos
míos,
inventados por mí para tu boca.
Besos de llama que en rastro
impreso
llevan los surcos de un amor
vedado,
besos de tempestad, salvajes
besos
que solo nuestros labios han
probado.
¿Te acuerdas del primero?
Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos
sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.
¿Te acuerdas que una tarde en
loco exceso
te vi celoso imaginando
agravios,
te suspendí en mis brazos, vibró
un beso,
y qué viste después? Sangre en
mis labios.
Yo te enseñé a besar: los besos
fríos
son de impasible corazón de
roca,
yo te enseñé a besar con besos
míos
inventados por mí para tu boca.
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